sábado, 12 de noviembre de 2016

OAXACA


Oaxaca, que se pronuncia “Oajaca”, es la ciudad capital del estado que lleva el mismo nombre. Ubicada a 470 kilómetros de la ciudad de México, ofrece un excelente clima templado todo el año, gracias a una altitud de mil 500 metros sobre el nivel del mar. Pero más que sus motivos climáticos, son su cultura y la calidez de su gente los principales motivos para viajar y dejarse envolver por el universo oaxaqueño.

Rica en historia y cultura, Oaxaca es un fascinante destino donde confluyen civilizaciones milenarias, arquitectura colonial y tradiciones vivas. Fundada como ciudad novohispana en 1529, esta tierra ya conocía civilizaciones zapotecas e incluso asentamientos prehistóricos.

A pocos kilómetros de la ciudad se encuentra la zona arqueológica de Monte Albán, que fue el sitio militar y religioso más importante del valle de Oaxaca. La ciudad tuvo su esplendor entre los años 500 A.C. y 800 D.C. El estado de conservación de la zona arqueológica es tan bueno que permite imaginar la actividad diaria en sus calles, las ceremonias en sus templos, o los juegos de pelota. Esa cumbre, desde donde los zapotecas dominaron el panorama ante cualquier invasión enemiga, hoy es el mejor lugar para tomar las mejores fotografías de la zona.

Monte Albán es la zona arqueológica más importante del estado, sin embargo hay otras que merecen tu visita, como Mitla, Yagul y Dainzú.

Para conocer Oaxaca a fondo, no te limites a los lugares turísticos. Los mercados y las fiestas populares son el pulso real de cualquier sociedad y en Oaxaca esto es más que cierto. Ahí podrás encontrar chocolate artesanal, mole (una famosa salsa parte prehispánica, parte colonial), chapulines (saltamontes), que son una de las botanas más populares en esta zona del país, el queso típico de la zona (que se deshebra y funde), huaraches (sandalias indígenas) y especias locales.


La comida regional merece un apartado especial. Las tlayudas (una enorme tortilla servida con frijoles, tasajo o carne de res y queso, entre otras delicias), el mole (salsa que mezcla recetas prehispánicas y coloniales) o los controvertidos chapulines, aderezados con sal, ajo o chile, son algunos de los retos gastronómicos oaxaqueños que encontrarás.

El complemento a la comida es una buena bebida espirituosa. El mezcal, primo del tequila, goza de gran aceptación dentro del país. En Oaxaca podrás visitar fábricas artesanales y conocer el proceso de destilación de la bebida, además de degustarlo y llevar a casa un poco del espíritu de esta tierra.

Pero si quieres llevar a casa algo más duradero, una excelente opción serán los multicolores textiles oaxaqueños, cuya belleza los ha hecho famosos en todo el mundo. Nada atrás se coloca el barro negro. Las piezas realizadas en este material conservan tradiciones que datan de siglos atrás. Todas ellas las encuentras en pequeños pueblos a corta distancia de la capital del estado.


En el resto de la entidad se localizan un gran número de elevaciones de menor importancia, entre las que sobresalen El Cheve y el volcón Prieto en Cuicatlán; el cerro de la Campana, el cerro de San Felipe y las cumbres de Peñoles en el Valle de Oaxaca; El Daniyapa o cerro de Chayotes en Tehuantepec; el Pico de Yalahui, el Yiagacheo Siete Picachos y la Maceta en Villa Alta; los Montes del Sol y de la Luna en Tapanatepec; el cerro de Flandes y el cerro del Gobernador de Yautepecy el Yucucasa o cerro de la Casa entre el distrito de Tlaxiaco y el de Putla.

Debido a su carácter montañoso, el estado no cuenta con valles de extensión considerable. Sin embargo, destacan el Valle de Oaxaca entre Etla y Miahuatlán; el valle de Nochixtlán en el distrito del mismo nombre; el valle de Nejapa en Yautepec; la cañada de Cuicatlán en el límite con Puebla; los llanos de Tuxtepec y los bajos de Choapan; la meseta de Juchitón y las pequeñas planicies de Putla, Juxtlahuaca, Tamazulapan, Tejupón, Zacatepec, Chacaltongo, Tlaxiaco, Huajuapan y Coixtlahuaca.


Por la misma razón existen un gran número de cañadas y cañones, que se forman según la disposición montañosa de la región. Entre las principales cañadas se cuentan las de Cuicatlán, la más grande del estado y las de Cortés, Galicia y María en Tlaxiaco. El número de cañones es mayor, destacando el de la Chiquinien Tehuantepec, el de Yucuxina en Nochixtlán, el de Ixtlayutla en Jailtepec y el de Tomellón en Cuicatlán.

Existen una serie de tajos o pequeños cañones, sobresaliendo entre éstos los de Tonalá y San Sebastión del Monte en Huajuapan, el de Quiotepec en Cuicatlán, el de El Embocadero en Ejutla, el cual divide los montes del Sol y la Luna en Juchitón y el Boquerón.


La vertiente del Golfo está constituida principalmente por los ríos Papaloapan y Coatzacoalcos, con sus respectivos afluentes. El río Papaloapan está formado por las corrientes de los ríos Grande y Salado. El primero se origina en Ixtlán, en las montañas de Cuajimayolas y El Malacate, siguiendo una dirección de oriente a occidente. Durante su recorrido por el distrito de Ixtlán recibe las corrientes del Chicomezúchil, Xía, Tecocuilco, río Blanco, río Culebra y río Comal. Más adelante cambia su dirección hacia el norte en la población de Guelatao, dirigiéndose a la jurisdicción de Cuicatlán y posteriormente a Quiotepec en donde se une con el río Salado, poco después de recibir la corriente del río Tomellín en la población del mismo nombre, que se origina en las montañas de las Sedas.

Más adelante se le une el río Apoala en Valerio Trujano y el río San Pedro poco antes de Quiotepec, en donde se une al río Salado. El río Salado cruza de norte a sur los distritos de Teotitlán y Cuicatlán proveniente del estado de Puebla. En su recorrido recibe como afluentes a los ríos Tepelmeme y Tequilitaque, forman el río Xiquila y las pequeñas corrientes procedentes de Teotitlán, Toxpalan, Los Cúes y Tecomavaca, antes de unirse con el río Grande en Quiotepec y forma junto con éste el río de Santo Domingo, este cruza por el tajo de Quitepec y recibe la corriente del río Usila, formado por los caudales de los ríos Verde o Agrio, Quetzalapa y Tlatepuzco.



Posteriormente, en San Cristóbal, recibe el río de Valle Nacional formado por las corrientes de los ríos Soyolapan, Santa Teresa y Yetla, tomando desde este punto el nombre de río Papaloapan y penetrando al estado de Veracruz.

De menor importancia tanto por su caudal como por su extensión el río Coatzacoalcos se forma principalmente de las corrientes del Cempoaltepetl y de la sierra Atravesada. Finalmente el Coatzacoalcos desemboca en el Puerto de Minatitlán, antes Puerto México, en el estado de Veracruz.

La vertiente del pacífico está constituida básicamente por tres corrientes: la del río Mixteco, la del río Atoyac y la del río Tehuantepec. El río Mixteco está formado por la unión de dos ramales o brazos; el primero constituido por las pequeñas corrientes procedentes de Huajuapan y parte del Teposcolula; el segundo está integrado por los canales provenientes de Tlaxiaco, Juxtlahuaca, Silacayoapan y Teposcolula; al unirse los dos ramales en San Sebastión del Montés se origina el río Mixteco. El primer ramal está formado principalmente por el río del Oro y el río Tejupan que tiene su origen en Tamazulapan; el segundo brazo se constituye básicamente en dos corrientes: La del río Mixtepec y la del río Juxtlahuaca. Al pasar por San Francisco Paxtlahuaca, se unen las corrientes para formar otro brazo que se une al primero en San Sebastión del Monte, originóndose el río Mixteco.

La formación del río Verde o Atoyac tiene lugar en las montañas de Las Sedas. Inicialmente, recibe como tributarios los arroyos de San Juan del Estado, San Agustín Etla, Viguera, el río de Jalatlaco y el río Seco. Los ríos Tamazulapan y San Miguelito se unen a Atoyac en Yogana. Más adelante se unen al Atoyac las corrientes desprendidas de Santa María, San Miguel y San Francisco Coatlán en el distrito del mismo nombre; al final de dicho distrito recibe la corriente del río Chalco. El río Ladrón se une al Atoyac adelante de Juchatengo y en seguida recibe las aguas del río Juqila y del río Mazaquextla.

Por su margen derecha, el Atoyac recibe las aportaciones de los ríos Jalapilla, Cuilapan, Santa Cruz Mixtepec; este último recibe los caudales de los ríos Serrano, de Sola, Teojomulco, Zaniza, de las Vueltas, de los Sabinos y el Sordo. En el distrito de Nochixtlán recibe las corrientes del río Negro y las procedentes de Chichoapan, Zahuatlán, Yodocono y Jaltepec vierten sus aguas en El Sordo. Más adelante El Sordo recibe como afluentes las corrientes de Yosonotu, Yucuite, Nuyóo y el Yutamá, así como las de la Cabecera Nueva y El Zapote, procedentes de Putla, para posteriormente desembocar en el océano Pacífico.

La última corriente de consideración perteneciente a la vertiente del Pacífico es el río de Tehuantepec. Este se origina en el distrito de Miahuatlán, teniendo como corrientes troncales a los ríos Tabaje y Mijangos; el primero está formado por las corrientes del río Oscuro y del arroyo El Manzanal; la segunda se forma por la confluencia de los caudales desprendidos de La Chigalla, La Libertad y Poblete, uniéndose a la primera en los límites del distrito de Miahuatlán. A lo largo de su recorrido, el río Tehuantepec recibe como afluentes a los ríos Yaxe o San Antonio, el de Quiechapa, el de las Vírgenes y el Tequisistlán, todos ellos por su margen derecha. Por el lado izquierdo recibe las aguas de los ríos Juquila, Acatlancito, Quetzaltepec y de las Margaritas. Posteriormente, el río Tehuantepec desemboca en el Pacífico, al oriente de Salina Cruz, en la Bahía de la Ventosa.

De manera general los principales ríos del estado de Oaxaca son: el Verde, Tonameca, de la Arena, Zimatlán, Tehuantepec, Perros, Chiapa, Papaloapan, Cajonos, de la Lana, Jaltepec, Coatzacoalcos y Encajonado.

 

Clima:
No obstante encontrarse comprendido dentro de la zona tropical, en el estado predominan los climas suaves, ya que por lo general la altura de la entidad sobrepasa los 2 mil metros sobre el nivel del mar. La temperatura media en el estado -a excepción de la costa- es de 18°C. Estos factores son de gran importancia para la agricultura, ya que permiten el desarrollo de cultivos que requieren de climas extremosos, tanto calientes como fríos.

Principales Ecosistemas:
Flora:

En los valles hay framboyón, casuarina, palo mulato, ahuehuete, cazahuate, salvia, huamanche, tomillo, hinojo y laurel; en la sierra hay pino ocotero, fresno, oyamel, encino; en la costa hay palma de coco, mangle, coquito, guayacón, piña y zapote. En diferentes regiones del estado abunda el agave espadón (mezcalero)


Fauna

Aves silvestres: paloma, codorniz, tórtola, águila, tzenzontle y jilguero.

Animales salvajes o silvestres: ardilla roja, venado, tigrillo y gato montés.

Insectos: abejas, alacrón y arañas.

Especies acuáticas: charales, tortugas y cangrejos.

Reptiles: lagartijas, camaleón, víboras (distintas especies en zonas boscosas) y especies extrañas como el escorpión.


Recursos naturales:
Los recursos naturales en el estado más destacados son los hidrologicos, estos permiten el desarrollo de la pesca en escala y para el autoconsumo entre las que sobresalen el camarón, tortuga, atón, bonito, guachinango y mojarra.

La minera en el estado tiene una larga tradición, las reservas mineras incluyen el carbón, grafito cristalino, titanio, plata, oro y plomo.

Sucesos históricos:

Fundación de Oaxaca

El 25 de noviembre de 1521, el conquistador español Francisco de Orozco y Tovar concentró sus fuerzas en Huaxyácac ("en la punta de los guajes", en náhuatl), paraje donde los mexicas habían establecido un puesto militar desde 1486. En aquella ocasión el clérigo Juan Díaz ofició una misa, cuyo aniversario se celebró por muchos años como fecha de la fundación de la ciudad. Hacia principios de 1522 llegó a la zona Pedro de Alvarado para contribuir al sometimiento de los indígenas. Orozco y Alvarado iniciaron una villa española que llamaron Segura de la Frontera, que pronto se despobló porque los colonos decidieron volver a establecerse en Huaxyácac. Este primer grupo aumentó con la hueste de Pedro Almíndez Chirinos, hacia 1524. El alcalde de esta comunidad, Andrés de Monjarraz, solicitó al rey autorización para formalizar la puebla, lo cual aprobó Carlos V por cédula del 14 de septiembre de 1526, ordenamiento que se ejecutó hasta 1528. Así surgió la villa de Antequera de Oaxaca, cuya denominación combina aquel locativo andaluz con el antecedente prehispánico de la fundación. (Palomo, 1993. P 134)


Cuando el 6 de julio de 1529 Carlos V le concedió a Hernán Cortés el titulo de marqués del Valle de Oaxaca, excluyó de las posesiones asignadas a éste la ciudad hispanomexicana de Antequera. La traza de Oaxaca la hizo Alonso García Bravo, quien años antes había planificado la ciudad de México por órdenes de Cortés. El urbanista llegó a Antequera en 1529. Después de evaluar las condiciones generales del medio físico y de observar las características del terreno, decidió iniciar las labores en el área que podría quedar más convenientemente protegida de los vientos, o sea al sureste de la pequeña eminencia llamada Tanilaonaya o Laoni (“cerro de bellavista”, en zapoteca), más tarde conocida como Cerro del Fortín; y escogió en seguida un punto intermedio entre los dos ríos que cruzaban el valle, el Atoyac y el Jalatlaco, para ubicar la plaza, de planta cuadrada a partir de la cual definió dos ejes, uno de norte a sur y otro de oriente a poniente, aunque inclinado éste unos cuantos grados para compensar la iluminación y el asoleamiento que se presentan en la región debido a su latitud.

La plaza, al igual que en otras localidades mexicanas fundadas o repobladas por españoles, no fue únicamente la base de la composición urbana, sino el espacio de mayor significación: sede de los poderes, centro de reunión de la comunidad, indicador de los rumbos y elemento rector de las calles que de ella partían y de las manzanas que, al ritmo del crecimiento de la población fueron envolviendo. El trazo de García, que seguramente se hizo a cordel y bajo su supervisión, quizá no fue más allá de unas cuadras, pero ello fue suficiente para evitar las cabeceras y dejar establecido que las manzanas deberían ser, como la plaza, de planta cuadrada de 100 por 100 varas.

La división en predios y los futuros desarrollos de la ciudad quedaron definidos gracias también a esa sabia disposición. Sin embargo, la villa quedó rodeada por las tierras del Marquesado del Valle de Oaxaca. Esa situación provocó algunos conflictos, al fin resueltos cuando la reina Juana, de 1532, dotó a la población de una legua a la redonda, con destino a ejido, dehesas, estancias y huertas.

Con esa misma fecha, Carlos V le otorgó a la villa el título de ciudad. Poco más de 300 años después, el caserío de la capital ocupaba un área de 4.5 km² , según plano levantado en 1848 por órdenes del gobernador Benito Juárez.

Época colonial

Una vez conquistado el imperio mexica en el año 1521, Hernán Cortés ordenó a Pedro de Alvarado emprender la ocupación de los territorios del sur de México. Debido a su superioridad técnica y a las disputas existentes entre las distintas civilizaciones en aquella época, la conquista de estos territorios no presentó demasiados problemas para los españoles, que iniciaron pronto la colonización.
Paralelamente a la conquista militar, los frailes dominicos comenzaron en la zona el proceso de evangelización, ordenando construir numerosos templos. La muerte de un gran número de indígenas por las epidemias y las condiciones de trabajo obligó a los españoles a reprobar algunas zonas con esclavos negros provenientes de África, principalmente en la región costera.
Los trabajos, en un régimen de esclavitud, el descontento por la situación económica y los acontecimientos ocurridos durante el siglo XIX, como la Independencia de Estados Unidos y la invasión francesa en España, motivaron los movimientos independentistas, que acabaron con la liberación definitiva del país en 1821.
México independiente

En el año 1846 se produjo la invasión de México por parte de Estados Unidos, quien le arrebató casi la mitad de su territorio. Casi un decenio después de terminar la Guerra de intervención norteamericana, los liberales promulgaron el Plan de Ayutla, molestos por la pérdida territorial, y opuestos al régimen de Santa Anna. Durante los tres años que duró la Guerra de Reforma, el gobierno de Oaxaca se mostró partidarios de los liberales. (Palomo, 1993, p140)
El oaxaqueño Benito Juárez llegó entonces al poder e interrumpió el pago de la deuda externa a las potencias europeas. Pretexto utilizado por las tropas napoleónicas para invadir México. En 1864 el ejército francés entro en territorio oaxaqueño y ocupó la capital durante dos años. Sin embargo, las batallas se siguieron librando y el ejercito republicano consiguió libera Oaxaca, para marchar más tarde sobre Puebla y la Ciudad de México, derrotando finalmente a las tropas de Maximiliano.
Benito Juárez gobernó hasta su muerte en 1872, un periodo en el que tuvo que sofocar varios levantamientos. Tras su fallecimiento, Porfirio Díaz se levantó contra el gobierno republicano en lo que se conoce como la Revolución de Tuxtepec, que lo llevó al poder.
La Revolución Zapatista

 
Profirió Díaz se perpetuó en el poder, consolidando un periodo dictatorial conocido como el porfiriato. Bajo este régimen se instaló el alumbrado público en la ciudad de Oaxaca, se establecieron kilómetros de línea telegráfica y se conectaron las principales ciudades del estado por medio del ferrocarril. Sin embargo, las protestas ante la falta de libertad arreciaban por todos los rincones del país. Sobre todo desde la publicación del diario anarquista Regeneración, dirigida por los hermanos oaxaqueños Ricardo y Enrique Flores Magón.
En este ambiente de protesta, el líder revolucionario Emiliano zapata se reunió en Cuautla Morelos, en el año 1906 para organizar a los campesinos en la lucha contra los intereses de los ricos hacendados. Tres años bastaron para sembrar la semilla revolucionaria en el estado de Oaxaca. En 1909, el líder Francisco I. Madero visitó la capital y apenas un año más tarde aparecieron los primeros focos de revuelta en Tuxtepec, con un grupo de dirigentes autodenominados Ejercito Libertador Benito Juárez. Ante el avance de los insurgentes, Porfirio Díaz abandonó el país en 1911. Las luchas entre los líderes revolucionarios, que provocaron varias conspiraciones, asesinatos y combates entre las distintas facciones, acabaron con la proclamación, el 5 de febrero de 1917, de la nueva constitución de los Estados Unidos Mexicanos, que trajo la estabilidad del país. (Pinza, 2010, p 31)

Época contemporánea
 
La década de los años veinte arrancó con la nueva Constitución Política Oaxaqueña. En 1922 se juro el documento que integraba al estado dentro de la República Mexicana, designando a la ciudad de Oaxaca como capital estatal. Solo seis años más tarde se produjo una serie de terremotos, cinco en total, que dejó en ruinas a muchos de los edificios citadinos. Pero esto no sería sino un anticipo del gran temblor de 1931, el mayor temblor acaecido en la historia del territorio. Este grave suceso dejó a las ciudades oaxaqueñas, y sobre todo a la capital, prácticamente arrasadas. Los siguientes años se caracterizaron por hambrunas y migraciones hacia la Ciudad de México en busca de un futuro mejor. Sin embargo, también fue una década de grandes descubrimientos, como el de los restos arqueológicos de Monte Albán, rescatados en 1932. Fue, además, el primer año de la celebración de la fiesta conocida como La Guelaguetza. (Pinza, 2010, p 160)

Trece años después del gran terremoto, otro fenómeno natural desembocó en tragedia el día 27 de septiembre de 1944 unas lluvias torrenciales inundaron Tuxtepec causando la muerte a cientos de personas. Ya en los años cuarenta y cinco se dieron varios pasos hacia el desarrollo de las infraestructuras del estado, como la construcción del tramo Izúcar-Tehuantepec de la carretera Panamericana o el inicio de la carretera entre la ciudad de Oaxaca y Tuxtepec. En 1953 se inauguró la presa Miguel Alemán, iniciada cuatro años antes. Seis años más tarde, en 1959, el profesor y arqueólogo Roberto Gallegos, inició la excavación de las tumbas de Zaachila.

Los años setenta estuvieron impregnados por los movimientos estudiantiles, que desembocaron en los disturbios del 77, los cuales hicieron caer al gobierno del estado. Tras la pacificación de los universitarios, se dio un impulso al mundo cultural, con medidas como la creación de la Casa de la Cultura Oaxaqueña o la instauración del Festival de Primavera. En 1990, la conurbación de Oaxaca superó por primera vez, los 300 000 habitantes. El peso poblacional de la capital propició la construcción de la autopista a la Ciudad de México, finalizada en 1994. Esta década también marcaría una creciente preocupación por el medio ambiente, con la creación en 1998 del Parque Nacional Huatulco. El año 2007 recordaría un hito histórico, el aniversario de los 150 años de la Jura de la Constitución en Oaxaca.

Personajes ilustres 

°Benito Juárez, presidente de México.
°Margarita Maza, primera dama de México.

°Rodolfo Morales, pintor.
°Francisco Toledo, artista plástico.

°José Antonio de Gyvés Pineda el genio musical del Istmo. Músico, cantante, arreglista y compositor internacional de la Época de Oro. Pionero de la música moderna en México.
°Macedonio Alcalá, compositor del himno oaxaqueño Dios nunca muere.
°Máximo Ramón Ortiz, cantante y creador del son "La Sandunga".
°José López Alavez, compositor, creador de la "Canción Mixteca".
°Jesús Rasgado, compositor istmeño.
°Álvaro Carrillo, compositor y cantante.
°°Amando Salinas Medel, Compositor y Cantante


Atractivos culturales y tradicionales:

Entre los mayores atractivos se encuentran las tumbas y entierros, descubiertos en las laderas de la montaña del municipio de Mitla, así como las ruinas en el cerro de Inquitería en Coixtlahuaca.

Zona arqueológica de Mitla

En Yagul existe un centro ceremonial situado en la ladera de una montaña, en la que se puede apreciar un juego de pelota, un patio denominado La Rana, un templo estucado, un palacio y entre otros, las zonas arqueológicas Monte Albán y Mitla.

Zona arqueológina de Monte Albón

Del mismo modo, encontramos su arquitectura colonial, en la que podemos apreciar el Convento de Cuilapan, el Monasterio de Tlaxiaco, el Convento de Coixtlahuaca, el Convento de Yanhuitlán, la Iglesia de Teposcolula, el Convento de Santo Domingo, la Iglesia de la Soledad y el Exconvento de Cuilapan.

Exconvento de Ciulapan

Museos
El estado de Oaxaca cuenta con una variedad de museos, entre los cuales sobresalen el Museo Regional ubicado en el municipio de Oaxaca de Juárez.

Museo Regional

La antigua casa de Villarraza ha albergado desde 1903 al Museo Rufino Tamayo, que pasó de manos de la nación a diversos grupos militares (1912-1914), despues quedó algún tiempo abandonada llegando a una completa ruina y fue entonces que en 1930, la reconstruyó el propio gobierno con el objeto de instalar el Archivo General del Estado. Desde el 29 de enero de 1974, alberga al museo de Arte Prehispánico de México "Rufino Tamayo".

Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo

Fiestas, Danzas Y Tradiciones
Fiestas

La Guelaguetza es la más importante fiesta que pueda tener el estado de Oaxaca, es una práctica de auxilio mutuo, La fiesta del Lunes del Cerro, se celebran los dos lunes siguientes al 16 de julio y constituyen un acontecimiento en el que participa todo el pueblo.

La Guelaguetza

Danzas

Es en las fiestas titulares de algunos pueblos donde las danzas prestan un sabor marcadamente típico a la afición indígena, siendo populares la danza de la Pluma, los Moros y la de Santiago, bailadas en cuadrillas.

Danzas Prehispónicas
Tradiciones

Jueves de los Compadres: tradición que nació hace tiempo en el barrio del marquesado, verificada el jueves de la primera semana de septuagésima, anterior al miércoles de ceniza, durante la cual se celebra al Señor de Santa María, en la que se acostumbra condimentar el mole oaxaqueño, para obsequio del vecindario.

Noches de Rábanos: Nadie sabe el origen de esta vieja tradicional costumbre, celebrada en la antevispera de la navidad. El espectáculo que ofrecen los puestos de rábanos descomunales, cuya forma anormalmente irregular da la impresión de seres monstruosos; otros con el cuerpo rizado o con escamas, semejando sirenas, sujetos con cabellera de heno, con la lira al brazo.

Música
La música mixteca, reconocida por sus canciones populares del estado de Oaxaca.

Canción Mixteca

¡Que lejos estoy del suelo donde he nacido!
Intensa nostalgia invade mi pensamiento,
y al verme tan solo y triste cual hoja al viento,
Quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento.

¡Oh tierra del sol!, suspiro por verte
ahora que lejos yo vivo sin luz, sin amor;
y al verme tan solo y triste cual hoja al viento,
Quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento.

Artesanías
El estado de Oaxaca es rico en artesanías, dentro de las que sobresalen la orfebrería, alfarería, tejidos, mantelería, cestería, platería, metalistería (latón, bronce, cobre), hierro, talabartería, cohetería, pirotécnica, papel picado, papel florales, lapidaria de ónix, tipografía popular, muebles tradicionales, jarcería, ceras escamadas o labradas, jorongos, rebozos, alfarería de barro negro y figuras de madera talladas a mano.

Alebrijes

Los alebrijes son figuras de animales imaginarios vivamente coloreados y trabajados en madera de copalillo. Cada pieza es altamente original y suele llevar la firma de su creador, porque es ónica e irrepetible. Manuel Jiménez, artesano de la localidad de Arrazola, fue el creador de esta artesanía hace más de treinta años, cuando a partir de la figura de iguanas las transformó en dragones o armadillos vestidos con los colores del arco iris. La población más especializada en la creación de alebrijes es Arrazola, que se localiza cerca de la ciudad de Oaxaca, por la carretera a Zaachila. También destacan los poblados de La Unión Tejalapan y San Martín Tilcajete que producen creaciones originales en madera.

Alebrijes

Alfarería

La técnica alfarera tiene una larga tradición en todo el estado de Oaxaca, entre cuyos alfareros destacan los especializados en dos técnicas genuinas: el barro verde vidriado de Atzompa y la cerámica negra de San Bartolo Coyotepec. La técnica de la manufactura del barro verde vidriado es completamente primitiva, a base de un patrón sobre el que se va moldeando la pieza, tan grande que, en ocasiones, no se puede recurrir al torno.

El barro negro se extrae de un paraje cercano al pueblo de San Bartolo Coyotepec. El barro tiene unas propiedades especiales que, una vez horneado, se manifiesta en su color, completamente negro y en su sonido, muy cristalino, las dos características de esta cerámica, trabajada con formas y estilos completamente indígenas. Santa María Atzompa está a diez kilómetros de la ciudad de Oaxaca por la carretera a Monte Albán y San Bartolo Coyotepec se encuentra al sur de Oaxaca, a unos 15 kilómetros por la carretera 175.

Cestería

En el valle de Oaxaca existen numeroso artesanos que continúan trabajando el carrizo verde al modo tradicional. El resultado se manifiesta en formas muy diversas -jaulas, canastos, lámparas, bomboneras, cortinas- que concurren a los principales mercados del estado.

Cuchillería

Los artesanos del acero de Oaxaca tienen sus propias aleaciones, cuyo secreto guardan celosamente de generación en generación. Los materiales de las cachas son huesos, conchas nácar o cuernos de venado. Algunos cuchillos llevan leyendas con sentencias, refranes, poemas o notas divertidas.



Hierro forjado

El ejercicio de la herrería se introdujo en Oaxaca en la época colonial y ha afamado, en especial el trabajo de forja de Juquila Jamiltepec, con sus famosos machetes costeños y las artísticas rejas de Tlacolula.


Gastronomía
Esta tierra es de renombre por su exquisita cocina, en la que se distinguen sus moles: negro de Oaxaca, colorado, amarillo de chile costeño, verde de pollo o de espinazo y los dos de chile chilhuocle; Carne de res en chileajo, hígado de cerdo estilo Oaxaca, cucarachas de mar (marisco semejante a la langosta), tacos de chapulines, tamales oaxaqueños, ate de chicozapote y pan de muerto, entre otros deleites.

Mole coloradito

En cuanto a las bebidas se pueden mencionar la bebida regional elaborada con el maguey "el mezcal" y el atole de chocolate.

Preparación del atole de chocolate

Centros Turísticos
Como centros turísticos se pueden mencionar las Bahías de Huatulco y Puerto Escondido, entre otras.

Bahías de Puerto Escondido

A 31 kilómetros de distancia de Mitla, por un camino de terracería, rumbo a San Lorenzo Albarradas y la zona Mixe, se encuentran las insólitas y casi desconocidas Cascadas Pétreas de hierve el Agua, uno de los parajes más espectaculares y asombrosos de la República rodeado por un marco árido y semidesértico.

Cascada petrificada en Hierve el Agua

 

Tradiciones y costumbres:



LA GUELAGUETZA

La del “Lunes del Cerro” es la máxima fiesta de los oaxaqueños, que se celebralos dos últimos lunes de julio. Se trata de una ancestral tradición con raíces prehispánicas relacionada con las ceremonias de agradecimiento a los dioses por las buenas cosechas.

La Guelaguetza congrega en el Cerro de Fortín delegaciones de todas las regiones del estado, las cuales brindan lo mejor de sus productos, sus vestidos, su música y sus danzas. En el hotel Camino Real podrá disfrutar, todos los viernes por la noche, una recreación de este evento.

EL DÍA DE MUERTOS

El 1 y 2 de noviembre se celebra en Oaxaca el Día de Muertos, y es costumbre poner altares en las casas, dedicados a los muertos, y adornar con flores de cempasúchil las tumbas en los cementerios.

LAS CALENDAS

Menos conocida pero muy vistosa es esta fiesta que se hace para anunciar la llegada de la Navidad. Está dedicada a los padrinos del Niño Dios, responsables de llevarlo en procesión desde su casa hasta el templo del barrio. Los feligreses preparan un carro alegórico para realizar un desfile que concluye en la Catedral.

 

Ritos y festividades:

 

El fuego del hogar, que se alimenta con leña, es encendido en ceremonias matrimoniales que en la actualidad duran dos días.En San Juan Mixtepec, a pesar de que cuenta con los servicios de energía eléctrica y de gas, los hogares son avivados con energía calorífica humana y de combustión que los mixtecos recolectan en las frías montañas. Si continúan ligados a la tierra, el hombre se encarga de cultivar y traer leña; la mujer, de mantener el fuego encendido en casa y preparar los alimentos. No obstante la altísima migración registrada en las últimas décadas y la educación escolarizada, los habitantes de Mixtepec aún siguen reproduciendo esta parte de su cosmovisión, con algunas variaciones. En Mixtepec, la mujer también tiene el derecho tradicional de pedir al varón en matrimonio, pasando por el mismo proceso. A esta concentración se le llama nta’vi sií’i, o mujer que pide. El hombre que es pedido cambia de residencia, es decir se va a vivir a la casa de la novia, y ésta corre con la mayor parte de los gastos ceremoniales.

PREPARATIVOS

El soltero avisa a sus padres que se quiere casar con la que ha elegido. Reúne a su familia y ésta avisa a sus padrinos y madrinas, compadres, comadres y amigos, y se busca a aun embajador para arreglar el matrimonio. El embajador o parangonero, que también puede ser una mujer, es una persona muy respetada que se ha preparado durante años para dominar los oficios de invocar los orígenes comunitarios y del linaje de sus representados, decirla en tsa'vi o parangón, en la más alta tradición oral, y concertar el vikó tanta'á o fiesta de boda.Conformada la comitiva, llegan a la casa de la novia. Todo el linaje de ella y su parangonero reciben a los recién llegados con humo de copal, escuchan y contestan con mucho respeto los parangones y toman acuerdos entre las familias. La comitiva que pide en matrimonio ofrece mole, carne, tortillas de distintos colores, aguardiente, cervezas, brandy y refrescos, para concertar nuevos encuentros. En posteriores visitas, ambas familias hablan con los que serán padrinos de boda, quienes también reúnen a los suyos y, por supuesto, los representa su parangonero. Reciben grandes cantidades de comida y bebida y acuerdan la fecha del matrimonio. Hablan con los principales para llevar al santo del barrio, motivo de la organización tradicional, al lugar acordado. Comienzan entonces los preparativos del festejo.

LA CEREMONIA

Llegado el día, desde la madrugada los cohetes comunican el evento. El linaje del novio acude a la casa de los padrinos y juntos van por los parientes y familiares de la novia, y se continúa con los rituales y parangones. Los novios se preparan. El fuego que la jovencita mantuvo encendido en la choza de sus padres mientras crecía y aprendía los quehaceres de su género, en breve se apagará. Los músicos tradicionales de violín y guitarra que han traído el padrino y la madrina comienzan a tocar Nuú ni nta'va ñu'u ("Cuando el fuego se apaga"). Bailan la partida de la novia y los demás son incluidos. Sus padres y padrinos la despiden ante el altar de su casa, apagan el fuego, cierran las puertas y todos se van al templo parroquial.  La boda por la iglesia es un paso dentro de todo el proceso ritual comunitario. En la ceremonia mixteca también se hacen marido y mujer en la reunión con las familias, cada una con los patriarcas de cada parentesco y sus parangoneros, quienes hablan de la historia comunitaria hasta llegar al evento actual.En el lugar acordado, después del parangón se coloca el diminuto santo del barrio al que pertenecen el joven o la joven. Dará inicio así la parte más significativa: la ceremonia de las flores.

Con el humo del copal se , ahuyenta a los entes malignos y se delimita el territorio de la celebración, incluyendo la. gran cocina.Los padrinos y los novios pasan con la servilleta y con una jícara de agua para purificar el compromiso de unir a los linajes, formados en tres filas. Los músicos comienzan a tocar el tradicional vals Yaá iat o Música de la Flores, que inician el intercambio de ellas para hacerse compadres y comadres. Hay personas que no desean hacer compromiso alguno y sólo intercambian flores. Así se va haciendo una red invisible de lealtades entre familias, de parentesco y de compadrazgo.Los cohetes explotan, mientras el aguardiente y el tepache comienzan a circular entre los nuevos compadres para brindar por los recién casados, y cuando todos han ocupado un lugar en las mesas para el festín, los músicos inician el Yaá ko’ó o Música de Platos. La bendición del baile tradicional es otro momento importante. Los principales bailan en el centro y luego se generaliza el ambiente, hasta el siguiente día. Las chilenas tienen arraigo, unos piden el Salúru (El Conejo), y en la madrugada se baila el Yáa Tó'lo o Música del Gallo.

Lo más esperado por los jóvenes mixtecos ahora son los conjuntos musicales y las bandas que alternan con la música tradicional.Los cohetes avisan que la fiesta continúa; habrá comida, bebida y baile al día siguiente. Los novios estrenan la ropa que les han regalado sus padrinos y, como preámbulo del final, son llamados ante el altar del nuevo fuego. Ahí reciben consejos y buenos deseos, les hablan del futuro y de asegurar la descendencia, de que un cargo comunitario les espera.  Más tarde se anuncia el final, se congrega a todos los presentes y se hace un gran cerco con sillas, mesas y lo que pueda servir. Las extenuadas cocineras son llamadas a bailar y unos buenos tragos de licor las reaniman para el cierre del evento con el Baile del Toro. El padrino, bailando con el paliacate, torea a la madrina; ésta, bailando, da una buena cornada y derriba al torero. La madrina entrega el paliacate a la novia y ella busca al novio para entrar al ruedo. la historia es la misma. El paliacate sirve de capote para torear y también para lazar a las demás personas. Todos y todas bailan y son azuzados en mixteco por el animador, que se sublima, hasta que el último torero ha sido derribado por el toro, o mejor dicho, la vaca. Las familias se agrupan de la misma manera como llegaron a la celebración; verifican que el fuego nuevo haya quedado encendido y del altar se lo llevan a la cocina; así, el copal se derrite con leña que el novio va a suministrar permanentemente.Todos se despiden con el mismo ritual de la llegada y con la certeza de que, sin duda, en breve se verán arrastrados de nuevo por la poderosa corriente de la reproducción cuItural.

 

Vestidos tradicionales:


La ropa chenteña femenina es utilizada en la parte sur de los valles centrales de Oaxaca. Con influencia de la Colonia pero también indígena, las faldas de algodón son hechas a mano en colores muy brillantes. La blusa que usan es de algodón con bordados en la pechera, parte que cubre el pecho, un rebozo generalmente negro y unos huaraches.


Aunque el efecto de la globalización haga que la ropa moderna en un lugar sea muy similar a la que se usa en otros países, el atuendo típico mexicano se ha preservado como parte de las costumbres y formas de vida ancestral, y es, hasta hoy, parte de nuestro patrimonio cultural. Los trajes típicos de distintas regiones de la República Mexicana representan uno de los elementos que estimulan el turismo en nuestro país.

Dentro de los muchos trajes típicos de México, presentamos aquí las características de los atuendos más representativos de Oaxaca, a partir del libro escrito por Georgina Luna Parra y Mónica Sáenz Arroyo: Así viste la Mexicana, publicado en 1992.
Chenteña de Ejutla de Crespc
La ropa chenteña femenina es utilizada en la parte sur de los valles centrales de Oaxaca. Con influencia de la Colonia pero también indígena, las faldas de algodón son hechas a mano en colores muy brillantes. La blusa que usan es de algodón con bordados en la pechera, parte que cubre el pecho, un rebozo generalmente negro y unos huaraches.

Traje de Coyotepec

En este pueblo del Valle de Oaxaca, se trabaja el barro negro con el que se elabora el hermoso y célebre cántaro redondo. Aquí, las mujeres visten con un enredo de tela de cuadros y un huipil de algodón blanco, bordado en el escote. Usan un rebozo negro que se enredan en la cabeza a modo de turbante. Típicamente cargan en el hombro un cántaro de Coyotepec con agua fresca.



Este traje indígena lleva un huipil de algodón blanco, bordado en el frente con punto de cruz, en colores llamativos. Los dibujos que decoran el huipil representan aves, como el pavo real, al igual que flores de la región. Por otra parte, el huipil lleva listones de colores azul turquesa y rosa mexicano. En la parte baja del huipil, asoma el regajo que va decorado de bordados color guinda con figuras de caballos y hombrecitos. En el baile tradicional de Huautla de Jiménez, llevan dos largas trenzas negras a los lados y cargan una jícara llena de pétalos de flores que esparcen al compás de la música.

 

Gastronomía:

La cocina oaxaqueña es una cocina regional de México, centrada en la ciudad de Oaxaca, capital del estado del mismo nombre situada en el sur de México. Al igual que el resto de la cocina mexicana, la comida oaxaqueña se basa en alimentos básicos como el maíz, frijol y chiles, pero hay una gran variedad de otros ingredientes y preparaciones de alimentos debido a la influencia de la variada geografía del estado y las culturas indígenas.En las características bien conocidas de la cocina incluyen ingredientes como el chocolate (a menudo bebido en una preparación caliente con especias y otros condimentos), queso oaxaqueño, mezcal y chapulines con platos como tlayudas, tamales oaxaqueños y siete notables variedades de mole. La cocina ha sido elogiada y promovida por expertos en alimentos tales como Diana Kennedy y Rick Bayless, y es parte del atractivo del estado para los turistas.

 

Religiones y cultos:


 
En Oaxaca se celebran a los santos en todos los pueblos, Oaxaca es un crisol de etnias y culturas donde las creencias religiosas forman parte de la identidad de sus habitantes.

El cristianismo evangélico en sus diversas filiaciones dogmáticas, representa según el INEGI (2010) el 14% de la población y se espera que en los próximos años pueda alcanzar hasta un 20% de la población; existen también grupos importantes como los "Testigos de Jehová" y los "Mormones" reconocidos a nivel nacional.

La profesión de fe mayoritaria se compone por los Católico Romanos en el mismo marco que el de toda la nación. Oaxaca está dividido en diócesis y parroquias según las propias normas de gobierno que establece la Iglesia Católica.

En cada pueblo de Oaxaca donde se celebran a los santos como lo marca la religión católica, participa toda la comunidad en las diferentes actividades. La principal se le llama mayordomía, que es donde el padrino o mayordomo, ofrece un gran banquete a los asistentes, de igual forma se realizan convites, calendas, bailes populares y jaripeos. Generalmente las fiestas duran 8 días y culminan con la llamada fiesta de octava.

Las celebraciones religiosas que se siguen con más fervor en Oaxaca son el 18 de diciembre día que se celebra a la que se considera patrona de los oaxaqueños la Virgen de la Soledad, el día 23 de octubre en el que se venera al Señor del rayo y el 8 de diciembre en la población de Santa Catarina Juquila donde se encuentra el santuario de la Virgen de Juquila fiestas donde asisten creyentes de todas partes del estado y del país.

También es de mucha tradición la celebración de la Virgen del Rosario, esta celebración se lleva a cabo en el mes de octubre, iniciando con la celebración en Santa María Ixcotel el primer lunes de octubre al igual que en Santa María el Tule, siguiendo con la celebración en el barrio de Xochimilco y posteriormente en el barrio de Jalatlaco.

Aunque el cristianismo esta inmerso en las creencias de los oaxaqueños y de este ha derivado un sincretismo cultural y religioso sorprendente, aún en nuestros días los pueblos indígenas mantienen celosamente guardadas sus creencias ancestrales, todavía hay una serie de ritos y cultos que están íntimamente ligados a la naturaleza, los astros y sus fenómenos naturales, en sus lenguas es palpable los cánticos y plegarias hacia deidades ajenas al cristianismo.

En varios pueblos de Oaxaca se celebra a la virgen de Juquila, como en la agencia municipal de San Miguel Maninaltepec, ubicada a 83 kilómetros de esta capital; esta celebración se lleva a cabo con gran devoción y veneración los días 7 y 8 de Diciembre.

 

Organización política:



Para Oaxaca, las perspectivas de crecimiento económico son optimistas y están sustentadas en el impulso a sectores estratégicos para la economía regional, como las energías renovables, infraestructura y logística.



Como política económica de desarrollo sustentable, se atienden los sectores que han sido eje de la economía local, como las micro y pequeñas empresas, el turismo, las artesanías y la actividad comercial, pero también se ha avanzado sustancialmente en el impulso y desarrollo de proyectos de gran alcance, como la energía eólica, biocombustibles, logísticos y aprovechamiento forestal.

La industria mezcalera ha registrado un significativo avance en su capacidad de producción es los últimos años, tras la instalación de una planta de proceso en Tlacolula de Matamoros, con una inversión cercana a los 600 millones de pesos y con una meta de producción de cuatro millones de litros anuales. Este volumen está destinado al mercado de exportación europeo, principalmente España. En el sector mezcalero nacional, la producción en Oaxaca representa el 66.6% del mezcal producido en el país.

En esta materia, en San Juan Bautista Tuxtepec inició operaciones la primera planta productora de etanol a nivel nacional, teniendo como base la caña de azúcar; en ella se invirtieron más de 400 millones de pesos, y su capacidad de producción inicial es de 250 mil litros diarios, con un aprovechamiento de cinco mil hectáreas de cultivo de caña. Este proyecto genera dos mil 700 empleos en el cultivo y la cosecha de la caña de azúcar.

Uno de los proyectos de mayor importancia e impacto para la economía de la entidad y particularmente del Istmo, es el proyecto eólico. En el presente año, se concretó la instalación de los tres primeros parques eólicos privados, que en conjunto producirán 356 megavatios, representando 89% de la demanda de energía en la entidad, con una inversión de seis mil 374 millones de pesos, más dos mil 235 millones en reforzamiento de las líneas de transmisión para canalizar esta energía a la red nacional.

La reserva territorial de la Refinería Antonio Dovalí Jaime de Petróleos Mexicanos (PEMEX), ubicada en el municipio de Salina Cruz, cuenta con nuevas inversiones en terrenos y su área portuaria tiende a preparar la expansión de la proveeduría de insumos y servicios a la industria petrolera.

Otras ramas industriales, como la forestal y agroindustrial, son de importante presencia en la entidad. Tal es el caso de la industria de la madera-mueble, con el fomento de la competitividad de las empresas forestales de la cadena productiva en la región de la Sierra Sur, específicamente en el municipio de San Miguel Suchixtepec, consolidando la producción de muebles.

En la región del Papaloapan, destaca el ramo agroindustrial para el envasado de frutas tropicales y procesamientos de frutas en conserva, así como la industria envasadora de mole de Valles Centrales.

La industria de inversión estratégica la constituye el desarrollo de tecnologías de información, en donde se impulsó una inversión tripartita de más de 34 millones de pesos en tres proyectos innovadores orientados al desarrollo de sistemas inteligentes en materia fiscal y contable para pequeñas y medianas empresas.

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